En el ámbito de la construcción, los morteros desempeñan un papel esencial al unir y fortalecer diversos componentes estructurales. Entre los tipos más comunes se encuentran los morteros de cal y arena, cuya mezcla proporciona una base versátil y adaptable. A continuación, te cuento más de este y otros tipos de mortero: 

Morteros de cal y arena

Estos morteros, caracterizados por su capacidad de unión efectiva, encuentran su aplicación en enlucidos, revoques, muros de ladrillo y mampostería. Las proporciones precisas, como una parte de cal por tres de arena en muros de ladrillo, aseguran que el resultado final sea flexible, resistente y duradero. Además, es importante considerar el material de soporte y realizar tratamientos previos para garantizar la estabilidad y la adherencia del revestimiento.

Morteros de arena y cemento

Pasando a los morteros de arena y cemento, estos destacan por su capacidad de impermeabilización y fijación. Su mezcla en proporciones adecuadas permite realizar impermeabilizaciones efectivas, así como asegurar la estabilidad de muros sin carga estructural. Este tipo de mortero es versátil y económico, por lo que pueden ser utilizados tanto para baldosines interiores como exteriores y para la construcción de mampostería en general.

Morteros de cemento, cal y arena 

Por otro lado, los morteros de cemento, cal y arena combinan la plasticidad de la cal con la resistencia del cemento. Esta mezcla adaptable es ideal para obras corrientes, muros cargados, cimientos y revoques impermeables, gracias a sus variaciones en proporciones que aseguran resultados óptimos en una amplia gama de proyectos. La inclusión de cal en la mezcla no solo mejora la retención de humedad, sino que también evita posibles fisuras por retracción, garantizando la calidad y la durabilidad del mortero en diversas aplicaciones constructivas.

¿Cómo debe ser un mortero de calidad?

Un mortero de calidad en construcción presenta propiedades esenciales. Debe ser manejable, adherirse y cohesionarse, mostrando fluidez y viscosidad para un trabajo preciso. Además, debe resistir la lluvia para evitar problemas de humedad. Por otro lado, su consistencia adecuada facilita el mezclado y reduce errores: además, la sólida adherencia mantiene unidos los elementos, y la durabilidad garantiza resistencia al paso del tiempo.